Por la preservación de la raza castellana negra

En numerosas ocasiones se habla de patrimonio cultural, patrimonio inmueble, etc., pero no se habla tanto del patrimonio genético, de incalculable valor. Y es que la conservación de diferentes razas animales propias de cada territorio es clave para la diversidad biológica del mismo. El medio rural es rico en razas autóctonas, como lo son la oveja churra o castellana, el burro zamorano-leonés, la vaca avileña o la gallina pedresa, entre muchas otras.
Es también el caso de la raza autóctona de gallina castellana, presente en las Comunidades Autónomas de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid. De un característico plumaje de color negro, se trata de una de las razas conocidas de mayor antigüedad de toda Europa. Se cuenta que incluso la mismísima reina Isabel La Católica solicitaba estas gallinas por su imponente aspecto y su buena labor como ponedoras.
En la localidad segoviana de Prádena, situada en la histórica Villa y Tierra de Sepúlveda, tenían presencia de esta raza actualmente en peligro de extinción. Por ello, el equipo del CEO La Sierra de esta misma localidad se ha propuesto luchar por su supervivencia a través de sus incubadoras inteligentes ideadas para la monitorización y cuidado de nuevas crías y polluelos.
Si quieres saber más, ellos lo cuentan mejor que nadie. ¡No te pierdas su vídeo!